top of page
Buscar
Foto del escritorEditor

No. 5 Vol. 3 | LOS DOCE PASOS DE LA EDUCACIÓN SEXUAL


RESUMEN


Se define la educación sexual, en la que juegan un papel importante los MAPAS (mamas y papas), que no son amigos sino educadores. Hay 4 subsistemas en la sexualidad, la reproducción, el género, el erotismo y la vinculación afectiva interpersonal. Se finaliza explicando los 12 pasos en la educación sexual, se construye desde el nacimiento, es importante un enfoque de género, los valores, un dialogo abierto con los niños y adolescentes, distinguir los juegos sexuales del abuso sexual.

Palabras clave: educación, sexualidad, 12 pasos, madres y padres


ABSTRACT


Sex education is defined, in which MAPS (moms and dads) play an important role, who are not friends but educators. There are 4 subsystems in sexuality, reproduction, gender, eroticism and interpersonal affective bonding. It ends by explaining the 12 steps in sex education, it is built from birth, a gender approach is important, the values, an open dialogue with children and adolescents, distinguishing sexual games from sexual abuse.

Key words: education, sexuality, 12 steps, mothers and fathers

“El derecho a la educación incluye el derecho a la educación sexual, el cual es un derecho humano en sí mismo, que a su vez resulta condición indispensable para asegurar que las personas disfrutemos de otros derechos humanos, como el derecho a la salud, el derecho a la información y los derechos sexuales y reproductivos. Así, el derecho a la educación sexual integral es parte del derecho de las personas a ser educadas en derechos humanos”.

(Relator Especial sobre el Derecho a la Educación de Naciones Unidas, 2010).

Educar en sexualidad

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) (s. f.), define la Educación de la sexualidad como el proceso vital mediante el cual se adquieren y transforman, formal e informalmente, los conocimientos, las actitudes y los valores respecto de la sexualidad en todas sus manifestaciones, que incluyen desde los aspectos biológicos y aquellos relativos a la reproducción, hasta todos los asociados al erotismo, la identidad y las representaciones sociales de los mismos. Es especialmente importante considerar el papel que el género juega en este proceso (Álvarez-Gayou, 2007; Galván, 2000; Harris, 1994; Mayle, 1977; Peck, 1993; Sánchez, 2000; Westley, 1993).

López (2009), refiere los diversos nombres con los que nombran a la educación sexual:

· Educación afectivo-sexual, porque entienden que de lo que se trata es de ayudar a las personas a resolver sus necesidades afectivas y sexuales, no únicamente estas últimas. En Inglaterra recientemente utilizan Educación Sexual y de las relaciones o Educación de las relaciones y educación sexual.

· Educación Sexual, aunque algunos niegan cualquier término que acompañe a la palabra sexual, hasta quienes dicen que hay que llamar las cosas por su nombre. También hay quien argumenta que:

1. La educación afectiva es mucho más amplia de lo que podemos hacer en estos programas.

2. La educación sexual incluye necesariamente el tratamiento de los afectos sexuales (placer, deseo, atracción y enamoramiento) y de aquellos afectos y contenidos interpersonales que están íntimamente relacionados con la sexualidad (la amistad y el vínculo del apego en las parejas).

La educación integral de la sexualidad es una co-responsabilidad de familia-gobierno-escuela. Desde su nacimiento, niños y niñas están expuestos a una gran cantidad de estímulos e información: en la familia, en la escuela, con sus amigos y, a través de los medios de comunicación; incluyendo la Internet. A través de toda la información y conductas que se les modelan día a día, van construyendo sus propios conceptos. Estamos viviendo momentos críticos en la educación y, desde mi punto de vista, lo más importante es cómo asumimos la responsabilidad de educar a nuestros niños, niñas y adolescentes desde nuestro rol de MAPAS ¿Qué significa MAPAS? Hace varios años busqué una palabra con la que yo pudiera definir el rol de mamá o papá (MAPAS), de tal manera que se interprete como aquella persona que se convierte en madre o padre, sin importar lo biológico ni el tipo de convivencia que cada persona elija para vivir en pareja

Encuentro que un porcentaje de MAPAS está entendiendo que la "buena comunicación" con sus hijas e hijos, es privilegiar la decisión de cada joven -aunque su decisión implique consecuencias negativas en su desarrollo. Sin duda, en términos de orientación sexual y vocacional, son los y las jóvenes quienes deben guiarnos para acompañarlos en sus procesos. Y cuando se trata de educar con valores importantes como el respeto, la honestidad, la responsabilidad, la congruencia y el esfuerzo constante, somos las personas adultas quienes debemos asumir que estos procesos se comprendan y pongan a prueba, respetando el ritmo individual de cada persona.

La responsabilidad de ser MAPAS

Las y los MAPAS (mamás/papás), al igual que maestras/maestros, guiamos y orientamos. NO somos amigos, somos educadores. Los amigos(as) son sus pares (las personas de su edad) que están viviendo experiencias similares, tienen casi el mismo nivel de madurez –o de inmadurez. Pienso que por miedo, algunos MAPAS (mamá/papá), se ven en la necesidad de decirse sus amigos; quizá temen que falte confianza. He aprendido que la confianza se gana con responsabilidad, no con complicidad y que el mejor vínculo se construye siendo asertivo y somos las personas adultas quienes debemos asumir la responsabilidad de educar para prevenir. Por ello promuevo la educación sexual oportuna y científica, para que cumplamos el rol de MAPA, cuya definición en el diccionario es: guía para llegar a un determinado lugar. Sí, a que cada ser humano sea responsable de su sexualidad.

El papel de los MAPAS en la educación sexual es proporcionarles respuesta a sus inquietudes y hablar de los valores de su familia, y las diferencias que pueden existir en otras familias. La orientación y los límites, por parte de los adultos, son fundamentales para que los menores sean incluyentes y se autorregulen. Es mucho más sano educar con límites que con represión. Debemos respetar su necesidad de conocer diferencias, pues también experimentan así su grado de confianza sexual, orgullo y naturalidad de su cuerpo y desarrollan su asertividad sexual: hasta dónde, cómo y a qué puedo llegar.

Educar en sexualidad desde preescolar

Durante los años de preescolar e inicio de primaria, es necesario hablar de la educación sexual de niños y niñas, es decir, sobre las sensaciones de placer y su derecho a auto-explorarse, si así lo desean, estableciendo límites –a solas, en tu recámara o baño, manos limpias; conocer la diferencia de jugar entre pares y el bullying, prevenir y denunciar un abuso sexual. Sin duda, el tema que genera más interés y deseo de hablar es el de su familia, cómo nacieron y el significado de venir de una pareja que se ama –aunque papá y mamá ya no vivan juntos.

Los niños con educación sexual oportuna hacen conciencia de la higiene al bañarse y asearse cuando van al sanitario; aprenden qué es el abuso sexual, formas que existen y cómo detectarlo; necesitan saber que papá y mamá, más allá de seguir juntos en pareja, decidieron tener un hijo como resultado de un vínculo de amor, mismo del que aprenden a tener confianza en sí mismos y en sus padres; despejan dudas de cómo se metieron en la panza de mamá, cómo se desarrollan y nacen los bebés. La educación integral de la sexualidad requiere que niños y niñas cuenten con información sexual –con el lenguaje apropiado a su edad- pues con ésta es que construirán su sexualidad y desarrollarán la capacidad de hablar ella.

Otra de las ventajas de la educación sexual de los niños y las niñas, es que brinda la posibilidad de discriminar fácilmente qué es un juego sexual y qué es un abuso sexual.

…continuar en Primaria y estar alerta en la “etapa del guácala”

Entre los 6 y 9 años de edad, niños y niñas manifiestan desagrado cuando escuchan algunos temas de sexualidad, es por ello, que la información que se les trasmita debe tener como objetivo clarificar sus dudas, confusiones, brindar confianza e incentivar su capacidad de toma de decisiones responsables. A esta etapa le llamo “etapa del guácala”.

Entre los 6 y los 10 años de edad, niños y niñas requieren información, sumada a la proporcionada a nivel preescolar, sobre los cambios que llegarán con la pubertad. Si en la familia o escuela, con anterioridad, a los niños y las niñas les hablaron de sexualidad, estos se expresarán con mayor naturalidad sobre el tema. Los niños y las niñas con información NO manifiestan desagrado cuando escuchan temas de sexualidad, contrario a aquellos que no tienen información sobre el tema. En este período, empiezan con dudas respecto al desarrollo que tendrán en la pubertad, comentan experiencias que ven en su familia, con los amigos, en la escuela y en la televisión; de ahí la importancia de proporcionar información congruente con la realidad, por ejemplo, desde los 6 años de edad, hay que explicarles a los niños y las niñas en qué consiste la intimidad en una pareja y el tema del embarazo.

Por otro lado, ante la experiencia de acoso entre compañeros es necesario explicarles a los niños y las niñas la importancia del respeto y los límites hacia uno mismo y los demás. Dentro de este rubro, se puede contemplar el tema de la discriminación de los niños y las niñas con comportamientos de género variantes, que son aquellos que varían su forma de comportamiento y juego en relación con la conducta esperada del resto de sus congéneres, por ejemplo, el niño que prefiere jugar con las niñas a jugar football. Es oportuno explicarles a los niños y las niñas el derecho que todos tenemos a ser diferentes, respetando a los demás.

Cuando llegan a Primaria Alta (4º, 5º y 6º) (SEP, 2010) escuchan una gran cantidad de información –mucha llena de prejuicios y mitos que obstaculizan la responsabilidad de su sexualidad. Es una gran oportunidad darles la información, para que, cuando vivan la presión social con los amigos, tengan la capacidad de ser asertivos y evitar experiencias de riesgo. Hay que hablarles acerca de que su cuerpo ya está en pleno desarrollo y su responsabilidad es cuidarlo; saber diferenciar entre juego, bullying, accidente, broma y abuso sexual. Cada día, a más temprana edad, hay que hablar de diversidad y tolerancia sexual. Ya muchos niños y niñas desde preescolar preguntan por qué se besan dos hombres, o por qué se abrazan como novias dos mujeres. Mientras más tempranamente hablemos de diversidad, mayor respeto tendrán al relacionarse y podremos bajar el alto índice de homofobia en nuestro país, que ha ocasionado suicidios en algunos adolescentes. Otro tema polémico, riesgos en sexualidad, pornografía, alcohol, tabaco y otras drogas. Hablar de los riesgos es prevención y forma parte de la educación sexual. En esta etapa podemos observar cómo pasan, de los comentarios de guácala a ¿puedo tener novio(a) a mi edad? ¿Qué es un condón y para qué sirve? Sé que algunas personas pensarán en este momento que sus hijos e hijas son diferentes y no tienen todas estas inquietudes. Puedo compartirles que en mis 30 años de experiencia he podido observar año tras año, la enorme diferencia que hay entre lo que los adultos creemos que saben los niños y lo que ellos hablan a solas o durante alguna de mis talleres de educación sexual. El que nuestros niños tengan cuestionamientos no significa que hayan perdido la inocencia, sino que demandan información para disminuir la ignorancia y construir una sexualidad responsable.

López (1997, 2009) define sexualidad:

1. La sexualidad es una dimensión de toda la persona: cromosomas sexuados, gónadas sexuadas, hormonas, anatomía, fisiología, identidad, afectos, etc. Todo el cuerpo es susceptible de actividad sexual placentera.

2. Tiene muchas posibles funciones: placer, procreación, comunicación, ternura, afecto, etc.

3. Es un derecho de la persona con independencia del estado civil.

4. La orientación del deseo admite diversidades, como la homosexual, que son compatibles con la salud.

5. Las mujeres son diversas de los hombres y entre sí, pero iguales en derechos y posibilidades sexuales a los varones. La igualdad y la ética relacional son fundamentales.

6. La necesidad de intimidad sexual es propia de la persona. A todas debemos facilitarle su satisfacción.

7. Hay una sexualidad prepuberal y adolescente que es necesario aceptar, ayudándoles a que la vivan bien, conforme a las características de su edad.

8. Deben prevenirse, detectarse y denunciarse todas las formas de violencia sexual.

Rubio (1994, 2012) aportó la definición que más se utiliza por los especialistas en Sexualidad Humana: la sexualidad humana es el resultado de la integración de cuatro potencialidades humanas que dan origen a los cuatro holones (o subsistemas) sexuales, a saber: la reproductividad, el género, el erotismo y la vinculación afectiva interpersonal. Estos conceptos tienen aplicabilidad vertical, esto es, cada uno de ellos tiene manifestaciones en todos los niveles de estudio del ser humano y por ello no son ofrecidos como conceptos biológicos, sociales o psicológicos. El contar con conceptos que puedan aplicarse a los diversos niveles y disciplinas que aporten conocimiento, reduce el riesgo que describí antes: pensar que si un proceso tiene manifestaciones en un nivel digamos, el biológico, el proceso es biológico. Es así como el término “sexualidad” se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción (Asociación Mexicana para la Salud Sexual, www.amssac.org).

Concluye Rubio, que “la sexualidad humana se construye en la mente del individuo a partir de las experiencias que tiene desde temprano en la vida y que la hacen significar e integrar las experiencias del placer erótico con su ser hombre o mujer (género), sus afectos que le vinculan con otros seres humanos y con su potencialidad reproductiva. Una sociedad mejor requiere de una sexualidad vivida en forma armónica, responsable, plena y libre”.

López (1997, 2009) plantea razones para dar educación sexual:

1. Porque la escuela no sólo debe transmitir contenidos académicos, sino también aprendizajes para la vida.

2. Porque desde la escuela se pueden generar programas sistemáticos y estructurados, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje: que no son tan fáciles de desarrollar en otros ámbitos.

3. Porque la escuela actúa como compensadora de diferencias y de forma preventiva ante la aparición de problemas, llegando a toda la población (alumnado y familias) de manera obligatoria y por derecho.

4. Porque es fácil desarrollar programas de prevención primaria, destinados a todos dentro del ámbito escolar.

5. Porque la escuela no debe cerrar los ojos ante los cambios sociales existentes.

6. Porque la escuela tiene la capacidad de coordinarse con otro tipo de agentes sanitarios y sociales.

Explica López (1997, 2009, 2009a) que dentro de los Modelos de Educación Sexual, es el Modelo biográfico y profesional, el que considera que puede incluir diferentes biografías sexuales compatibles con la salud, acepta el derecho de las personas a organizarse la vida sexual de formas diferentes, ayudándolas a que éstas sean compatibles con la salud, entendida como bienestar personal y social.

Continúa López aportando algunas condiciones que debería cumplir el discurso sobre la sexualidad:

· Uso de un vocabulario, tanto técnico como popular, con connotaciones positivas, no sexistas, no soeces y no violentas.

· Respuesta abierta y sincera a las preguntas de los niños.

· Comentarios sexofílicos antes las diferentes manifestaciones sexuales. Incluso cuando se trate de conductas criticables como los abusos, los comentarios deben ser sexofílicos, en el sentido de que no lleven a considerar la sexualidad como un peligro. Por ejemplo, es importante hablar del agresor como alguien que necesita ayuda, en lugar de satanizarlo.

· Educación sexual formal en la escuela, con las características del modelo biográfico-profesional –que defiende Félix López. Y dentro de esta educación sexual proponer numerosas tareas que impliquen comunicación entre los iguales: que tengan que hablar sobre contenidos sexuales para realizar la tarea.

· Actividades de comunicación para las parejas, de forma que puedan expresarse sus deseos, sus preferencias, cómo se sienten, decirse “si” y decirse “no”, etc. En el caso de las parejas, pueden proponerse tareas de comunicación verbales y de contacto corporal.

Los doce pasos de la Educación Sexual

Una forma de compartir de la manera más breve lo que he aprendido durante treinta años de trabajo en educación sexual, es a través de LOS DOCE PASOS DE LA EDUCACIÓN SEXUAL diseñados hace veinte años y he realizado las actualizaciones que este documento amerita:

1. La educación integral de la sexualidad es una co-responsabilidad de familia-gobierno-escuela. Desde su nacimiento, niños y niñas están expuestos a una gran cantidad de estímulos e información: en la familia, en la escuela, con sus amigos y, a través de los medios de comunicación; incluyendo la Internet. A través de toda la información y conductas que se les modelan día a día, los niños van construyendo sus propios conceptos. El papel de los MAPAS en la educación sexual es proporcionarles respuesta a sus inquietudes y hablar de los valores de su familia, y las diferencias que pueden existir en otras familias.

Cuando pregunto a las personas qué educación sexual recibieron, muchas suelen responder que nunca les hablaron de temas de sexualidad o, en el mejor de los casos, cuando se trata de mujeres, la educación sexual se ha limitado a la menstruación, y en el caso del hombre al uso del condón. Y casi siempre el tema fuerte es prevenir el abuso sexual con mensajes confusos como no dejes que nadie te toque o, evitar contactos íntimos en una pareja: no dejes que tu novio te manosee / si la amas debes respetarla.

2. La sexualidad se construye desde el nacimiento. Al nacer, sólo somos seres sexuados –hombre o mujer, que recibimos información verbal y no verbal, la cual nos lleva a integrar los sentimientos, pensamientos y actitudes hacia nuestra sexualidad. Los MAPAS y educadores somos co-responsables de brindarles, a niños y adolescentes, la educación sexual que necesitan, para lograr su mejor desarrollo como ser humano. Es difícil crecer sobre la mentira y el miedo.

3. Los comportamientos de género variantes no determinan la orientación sexual. Niñas y niños que expresan formas diferentes de comportarse, incluso de jugar y relacionarse, necesitan ser comprendidos y no reprimidos. Cada vez que alguien reprime su espontaneidad, está favoreciendo la posibilidad de que el niño, la niña deje de confiar y pierda asertividad, es decir, deje de expresar lo que verdaderamente siente, piensa y actúa, por miedo a ser juzgado. Incluso podría afectar su capacidad para conocer su orientación vocacional, porque ha aprendido que lo que él quiere no es satisfactorio para los demás. El juego forma parte del autoconocimiento que requiere un niño, niña, para conocer sus habilidades y sus limitaciones.

(Una guía para padres (s. f.). Disponible en http://www.ampgil.org/mm/file/guiapadresgenerovariante.pdf ;

Los comportamientos de género variantes no determinan la orientación sexual.

· Niñas y niños se expresan a través del juego,

· aprenden a relacionarse,

· necesitan ser aceptados y no reprimidos.

· Cuando alguien descalifica los juguetes y/o juegos de un niño o niña, está favoreciendo la posibilidad de que deje de confiar en sí mismo y en las demás personas.

· quizá deje de expresar lo que verdaderamente siente, piensa y actúa, por miedo a ser juzgado.

· El juego forma parte del autoconocimiento que requiere un niño, niña, para conocer sus habilidades y sus limitaciones… en el futuro hasta la elección de una carrera.

4. La educación sexual debe considerar el enfoque de género y el respeto a la diversidad sexual y familiar, como plataforma fundamental en la prevención de la violencia: bullying, acoso en adultos, abuso sexual y violación. Debe de ser una educación incluyente, respetando la diversidad cultural, familiar y sexual.

5. MAPAS (mamás/papás) y maestros guían y orientan. NO son amigos. Los amigos son sus pares, están viviendo experiencias similares, tienen casi el mismo nivel de madurez –o de inmadurez. Tú eres su guía. Algunos MAPAS (mamá/papá) temen que al no ser amigos de sus hijos, estos se reservarán experiencias. Muchas experiencias que los hijos tienen, no las comparten con sus MAPAS. ¿Recuerdas tú alguna experiencia que no compartiste con tu mamá o con tu papá? ¿Por qué? La falsa idea de que la confianza sólo se tiene entre amigos, genera la necesidad de convertirse en amigos de los niños y adolescentes. Y aunque en el diccionario las palabras madre y padre están más asociadas a la procreación, indiscutiblemente en esos vínculos –en la mayoría de los casos- aparte del amor se da la confianza., Es así como el papel del adulto es ser guía, orientador. Si no lo hacemos, los estamos dejando a la deriva. He aprendido que la confianza se gana con responsabilidad, no con complicidad.

Un claro ejemplo de por qué no somos amigos de los menores, es que desde los 6 años, hay que explicarles en qué consiste la intimidad en una pareja, para responder a su gran cuestionamiento de cómo se embarazan o ¿papá y mamá también hacen el amor? Se les explica que es parte de ser pareja y que no sólo se hace para tener bebés sino como parte del amor y el placer. Y aquí surgen preguntas directas como ¿mi papá te mete el pene a ti? ¿tú le metes el mete a mi mamá? ¿a qué hora lo hacen? ¿te gusta hacerlo? Para ello, sugiero mejor hablar de “lo que hacen las parejas” y no de “lo que hacemos papá y mamá”. A las niñas y niños no les sirve saber lo que hacen sus papás en la intimidad, sino la información necesaria para despejar sus dudas y ser conscientes de la responsabilidad que implica la sexualidad.

6. Revisa, analiza y confía en tus valores. Los valores se enseñan y modelan en el hogar. Lo adecuado es modelarle sólo los valores en los que la pareja crea y viva congruentemente. Si hay diferencias –como sucede la mayoría de veces en las familias y escuelas- primero hay que llegar a un acuerdo. Los valores requieren vivirse con congruencia: siento, pienso y actúo de manera integrada y satisfactoria. La verdad y la oportunidad son valores que los niños y adolescentes nos agradecerán. Cuando desconozcamos un tema, o no sepamos cómo manejarlo, será necesario investigarlo y/o buscar apoyo bibliográfico o la asesoría de un especialista. Los jóvenes saben diferenciar cuándo estamos ocultando información y cuándo no sabemos la respuesta. Si optamos por buscar mayor información, no esperar a que el niño o adolescente nos vuelva a preguntar –asumir nuestra responsabilidad de darle continuidad al tema pendiente. Existe en nuestro país un alto nivel de actualización bibliográfica con un excelente manejo profesional que, a través de las caricaturas en libros y películas, nos brindan un gran de apoyo. Considero que para hablar de sexualidad con niños y adolescentes, el uso de dibujos es indispensable.

7. Háblales de sexualidad, no sólo de sexo. Hablar de sexo es referirse únicamente a lo biológico; por ejemplo, los niños tienen pena y las niñas tienen vulva. En cambio, hablar de sexualidad incluye también qué sentimientos, creencias y actitudes tengo respecto a ser niña o ser niño, y la manera de relacionarse entre sí.

8. Dale oportunidad a los jóvenes de hablar de sexualidad contigo cuando lo necesiten -no sólo cuando tú quieras. Durante mucho tiempo hubo la creencia “hay que esperar a que el niño pregunte… no te anticipes”. Hoy sabemos que los niños que no preguntan, se están ahogando en dudas y están más expuestos a un probable abuso sexual. A menor educación sexual desde la infancia, los jóvenes inician más tempranamente su vida sexual. La primera herramienta para combatir el abuso sexual es la educación sexual –y esa es co-responsabilidad de familia-escuela-gobierno.

9. Siempre di la verdad… si no la sabes, infórmate y busca las palabras más sencillas para explicar el tema. En mi experiencia, cuando el adulto teme dar respuesta a los cuestionamientos de los niños, es porque no tienen libros en casa y desean evitar que “pierdan la inocencia”. Una cosa es la inocencia y otra es la ignorancia. Evitemos la ignorancia. Busca información científica. Tener libros de sexualidad en casa y escuela, nos familiariza con el tema y aprendemos a verlo –los adultos- con naturalidad, como es la sexualidad misma. Leer libros dirigidos a niños, nos facilita conocer el lenguaje apropiado para cada edad. Primero debemos leerlos los adultos, para despejar y asimilar la información, discutir, si es necesario con la pareja o el equipo de trabajo en la escuela, y posteriormente dar la información a los niños. Una gran ventaja que yo encuentro en los libros de sexualidad para niños, es que los adultos tenemos en ellos, un apoyo visual con sus caricaturas, colorido y textos atractivos. De esta manera podemos relajarnos más, pues los niños están más atentos al material visual y la energía se divide entre tú y el libro. Hay videos también muy atractivos… prefiero los libros… van más al ritmo de los niños. Te sugiero dejar los videos como segunda opción.

10. Establece límites, reglas, no barreras. Los mitos han obstaculizado la sexualidad responsable en México, pues son barreras que impiden que la educación sexual fluya congruentemente con la información con hoy sabemos es la adecuada para niños y adolescentes. Es importante que la educación sexual sea impartida teniendo como base dos puntos: la realidad y los valores. Los valores se modelan con los límites y reglas de cada familia y escuela. Los niños agradecen una educación clara, oportuna y honesta. Es importante informar a los niños que la educación sexual es un derecho que ellos tienen, y que deben respetar que muchas familias y escuelas prefieren no hacerlo. Siempre en la línea de que la educación sexual no debe vivirse con vergüenza sino con responsabilidad. Los límites entre lo público, lo prohibido y lo íntimo, determinarán su derecho a ser respetado. Establecer reglas. no barreras, lo llevará a entender las diferencias individuales y familiares. Gratificarlos sólo cuando hablan de otros temas que no sea el sexual, les enseña que se vale hablar de todo, menos de sexualidad. Esto no impedirá que tengan experiencia, pero quizá sí les faltará la información, la conciencia y por ende, la responsabilidad. Las personas que tienen aceptación, confianza y respeto de sí mismas, suelen ser quienes hacían preguntas y obtenían respuestas –y se informan, posteriormente, sin prejuicios ni discriminación y toman decisiones más congruentes con sus valores.

Recuerda, establece límites, no barreras

· Los límites entre lo público, lo prohibido y lo íntimo son básicos para aprender a auto-regularnos.

· Barrera: postergar respuestas o sólo gratificarlos cuando hablan de otros temas que no sea el sexual, les enseña que se vale hablar de todo, menos de sexualidad.

· A mayor información que proporciones, te hará más preguntas y profundizará más en cada tema. ¡Quiere decir que vas bien!

11. Promueve una sexualidad asertiva. La asertividad consiste en que el ser humano conozca sus necesidades, sentimientos, pensamientos, creencias y que, por encima de todo, se sienta con el derecho a expresarlos con orgullo. Resulta interesante el orgullo que algunos MAPAS sienten cuando sus hijos hacen preguntas poco comunes respecto a otros temas, pero que cuando se trata de la sexualidad, se sienten amenazados. En el primer caso, se refieren a los niños como inteligentes, con una gran capacidad de observar el mundo…. pero si el tema es de sexualidad…es un niño precoz. Si a un niño se le gratifica sólo cuando habla “inteligentemente” de otros temas, pero no cuando cuestiona acerca de la sexualidad, no se construye entre el niño y el adulto, el vínculo afectivo y de confianza que la educación sexual requiere para fluir. Pueden interpretar que el tema es tan inadecuado, feo, sucio, vergonzoso, que no hay que hablarlo…. ahí comienza a construirse la doble moral.

12. Distingue los juegos sexuales entre niños de un probable abuso sexual. Un juego sexual es la exploración que se da entre niños de edades similares, a través de los cuales conocen el placer y el displacer, la aceptación o el rechazo, con quien se vale y con quien no se vale. Facilita la construcción de la intimidad y la confianza sexual. Los juegos sexuales entre niños forman parte de su desarrollo psicosexual. A diferencia de los juegos sexuales que se caracterizan por ser entre pares, de mutuo acuerdo y sin condicionamiento alguno, el abuso sexual es todo acto donde el adulto o adolescente dirige su atracción y placer erótico al niño y/o púber, con el fin de satisfacer sus necesidades sexuales. Con frecuencia se trata de una persona que, aprovechando la confianza brindada, seduce, obliga, manipula, amenaza y/o intercambia regalos, dinero con un menor, para que le realice o le sean realizadas caricias, tocamientos en genitales y/o nalgas, ano, pechos. No hagamos de un juego sexual una experiencia dramática de abuso sexual. Hay que explorar primero qué sucedió, cómo y de qué manera vivieron la experiencia para saber la diferencia y actuar en consecuencia.

¿Cómo distinguir entre un juego y un abuso sexual?

Uno de los motivos de consulta más frecuente, en mi experiencia profesional, es por abuso sexual. Y la gran mayoría no era abuso sexual sino un juego sexual entre pares. De ahí la importancia de distinguir los juegos sexuales entre niños de un probable abuso sexual (Sánchez, 2002; Sullivan y Everstine, 1997).

¿Cuáles son sus juegos preferidos? Los novios, los besos en la boca, los abrazos, bajarse los calzones y mostrarse sus genitales, incluso voltear a mirar nalgas y ano de su compañero(a) de juego. La mayoría, además de mirar, toca, y en ocasiones, algunos(as) besan los genitales. Estos juegos de exploración suelen ser más frecuentes entre los tres y 6 años de edad. Por supuesto que la orientación y los límites, por parte de los adultos, son fundamentales para que los niños se autorregulen. Es mucho más sano educar con límites que con represión. Debemos respetar su necesidad de conocer diferencias, pues también experimenta así su grado de confianza sexual, orgullo y naturalidad de su cuerpo y desarrolla su asertividad sexual: hasta dónde puedo llegar.

Después de indagar exactamente a qué jugaban –no imagines, investiga, necesitamos límites claros. Algunas frases que facilitan a los niños la autorregulación y la posibilidad de distinguir riesgos de abuso sexual, son:

· Bien… entiendo que estaban jugando, sólo que estos no son juegos de niños.

· Cuando seas grande tendrás una pareja con quien podrás acariciarte, si ambos están de acuerdo.

· Tienes derecho a tocar tus genitales, son tuyos. Sólo puedes hacerlo en tu cuarto o en tu baño, con tus manos limpias.

· Esas cosquillitas no deben hacértelas otras personas mientras seas un niño/niña.

· Los adolescentes y los adultos no acariciamos tus genitales y otras zonas íntimas (erógenas).

· Cuando vamos con tu doctor(a) yo estoy presente y no acaricia tu pene/vulva, te explora en nuestra presencia, no lo hace a escondidas ni te pide que guardes un secreto.

· Recuerda que un secreto bueno es una sorpresa y se acaba pronto, en cambio un secreto malo te hace sentir inquieto, que algo está mal –aunque te haga sentir placer.

A diferencia de los juegos sexuales que se caracterizan por ser entre pares, de mutuo acuerdo y sin condicionamiento alguno, el abuso sexual es todo acto donde el adulto o adolescente dirige su atracción y placer erótico al niño y/o púber, con el fin de satisfacer sus necesidades sexuales. Con frecuencia se trata de una persona que, aprovechando la confianza brindada, seduce, obliga, manipula, amenaza y/o intercambia regalos, dinero con un menor, para que le realice o le sean realizadas caricias, tocamientos en genitales y/o nalgas, ano, pechos.

La Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas Violadas, A. C. (www.adivac.org)

· Es un acto de uso y abuso de poder a partir de la seducción y/o intimidación que un adolescente o adulto tiene con una niña o niño, con el fin de estimular la sexualidad del agresor o agresores.

· La violencia puede consistir en mostrar pornografía,

· exhibir el cuerpo desnudo,

· semidesnudo o fotografiarlos,

· tocar el cuerpo de la niña o niño,

· hacer que estos toquen el cuerpo del violador,

· e incluso llegar a la penetración oral, vaginal o anal.

Evitemos contaminar a los niños y adolescentes, sean alumnos, pacientes o incluso los propios hijos, desplazando el miedo y el enojo que no se ha resuelto por un abuso sexual en la vida del adulto. En su experiencia como psicoterapeuta, encuentra niños con sintomatología de abuso sexual como resultado del miedo y desconfianza que le generaron, porque debía temer a todos los que no fueran de su familia. Información errónea, si tomamos en cuenta que la mayoría de los abusos sexuales es cometido por un familiar.

No hagamos de un juego sexual una experiencia dramática de abuso sexual. Hay que explorar primero qué sucedió, cómo y de qué manera vivieron la experiencia para saber la diferencia y actuar en consecuencia.

Efectos destructivos en los Vínculos Familiares.

Vaccaro (2016, 2016a) Psicóloga clínica, perito forense. Experta en Victimología y Violencia basada en el género, refiere que las tres claves que clarifican por qué un menor tarda tanto en contar lo sucedido:

· "En primer lugar, porque a veces el niño normaliza la situación y cree que es así.

· Por otro lado, cuando lo intenta contar, si no le creen, no lo va a volver a decir.

· Y por último, se debe a que un niño es una persona frágil que depende de los adultos en todos los sentidos".

Para Vaccaro, la falta de denuncia es una característica central de estos abusos de carácter incestuoso. Los motivos son múltiples, y entre ellos podemos mencionar:

-La familia es un sitio con características de endogamia que favorece el secreto y la privacidad.

-La víctima de un delito sexual intrafamiliar teme no ser creída porque además, carece casi siempre de testigos.

-La víctima se avergüenza de lo sucedido y se auto inculpa creyendo que hubiese podido hacer “algo más” para evitarlo.

–En el 90% de las veces, el abuso sexual intrafamiliar carece de lesiones y/o marcas, ya que el agresor se acerca de modo “amoroso” y “afable” (factores que aumentan la confusión de la víctima)

-En la mayoría de los casos, el entorno familiar tiende a no creer o a minimizar los hechos.

-La presión del entorno familiar es muy fuerte para evitar la denuncia y la judicialización.

-El perjuicio contra el agresor a veces pasa a ser un “tema de familia” en el cual todos se sienten “mancillados” y comprometidos en el nombre y apellido familiar, motivo por el cual, se evita dar a conocer el delito.

-La ruptura de vínculos y la reorganización familiar resultante, hacen que a veces se considere que será peor denunciar que “pasar página”.

Conclusión:

La educación sexual es la herramienta más importante para la prevención, detección y atención del abuso sexual. La falta de ella, es, desde mi particular punto de vista, el primero de los abusos sexuales. Hoy sabemos que el abuso sexual es perpetrado, en la mayoría de los casos, por familiares o personas más cercanas a niños y niñas. De ahí la importancia que el gobierno haga obligatoria la educación sexual integral y que esta sea científica y actualizada, pues sabemos que en familias donde hay abuso sexual, jamás llevarán a sus hijos e hijas a un taller de educación sexual e incluso, puede que sean algunas familias donde hay incesto, las que “reporten enfermos a sus hijos” el día que hablarán de temas sexuales a través de los libros de texto en la escuela. Algunas sugerencias para trabajar con niños y niñas:

Material didáctico

§ El dibujo como herramienta en la educación integral de la sexualidad. En procesos terapéuticos Vicenta Hernández utiliza el dibujo de libros como prueba proyectiva, pues a través de ellos, los niños y las niñas pueden proyectar sus sentimientos, pensamientos, valores y actitudes en relación con su sexualidad.

  • “Al igual que el lenguaje de los sueños, el lenguaje de las imágenes es el lenguaje del inconsciente, y se hace oír cuando la voz de la conciencia no puede expresarse” (Kübler-Ross, 1992). También el dibujo es útil para la prevención, detección y atención del abuso sexual. Herramienta indispensable para educar en sexualidad.

  • Cuando se les explica desde los seis años de edad, qué es la intimidad sexual de una pareja, de manera explícita con un dibujo, les queda clarísimo cuándo se trata de un abuso sexual.

§ Muñecos sexuados. Son útiles para:

o explorar genitales; conocer el color de piel congruente al de la familia;

o podemos observar actitudes ante las diferencias del cuerpo, como la vergüenza-aceptación del cuerpo; lo que refleja los sentimientos y pensamientos en torno a él;

o nivel de información,

o fantasías,

o prejuicios,

o probable abuso sexual,

§ Literatura. Los libros son, sin lugar a duda, una de las mejores herramientas de prevención y detección de abuso sexual. En la medida que los niños estén informados tendrán la posibilidad de discriminar situaciones de riesgo. Facilitan imágenes y textos concretos para conocer temas específicos.

La educación sexual es un privilegio que los seres humanos tenemos, apropiémonos de ella y facilitemos la educación integral de la sexualidad que requieren las nuevas generaciones para ser responsables y con proyectos de vida asertivos.

Bibliografía

Alvarez-Gayou, J.L. (2007) Educación de la sexualidad ¿en la casa o en la escuela? Los géneros, la escuela y la educación profesional de la sexualidad. México: Paidós

Galván, M. (2000) Aula cordial. México: Yecolti.

Harris, R. (1994). Sexo, ¿qué es? Barcelona: Candlewick.

Harris, R. (1999). ¡Es alucinante! Barcelona: Serres

Kübler- Ross, E. (1992) Los niños y la muerte. Barcelona: Luciérnaga

La Asociación para el Desarrollo Integral de las Personas Violadas, A. C. En www.adivac.org

López, F. (2009). La Educación Sexual. España: Biblioteca Nueva

López, F. (1997). Prevención de abusos sexuales a menores. España: Amarú.

López, F. (2009a). Amores y Desamores. Procesos de vinculación Sexuales y Afectivas. España: Biblioteca Nueva

Mayle, P. (1977). ¿De dónde venimos? España: Grijalbo

Pick, S. (1993). Yo, adolescente. México: Planeta

Rubio, E. (1994) Introducción al estudio de la sexualidad humana: Conceptos básicos en sexualidad humana. Tomo I. Consejo Nacional de Población. México: Porrúa

Rubio, E. (2012) Educación integral de la sexualidad. Ciudad de México: Secretaría de Educación Pública)

Sánchez, M. (2010) Cómo educar en la diversidad afectiva, sexual y personal en educación infantil. Madrid: Catarat

Sánchez, F. (2002). La inocencia rota: abusos sexuales a menores (cómo prevenir, detectar y superar una agresión sexual. España: Amarú.

Secretaría de Educación Pública. (2010) Libros de ciencias de 1º a 6º de primaria. México: Edición Bicentenario

Sullivan E., D. y Everstine, L. (1997). El sexo que se calla. Dinámica y tratamiento del abuso y traumas sexuales en niños y adolescentes. México: Pax.

Westley, A. (1993). Historia de un cumpleaños. Barcelona: Grijalbo.

Envío a dictamen: 17 de enero de 2020

Aceptación: 4 de mayo del 2020

Autora

Vicenta Hernández-Haddad

Psicóloga por la Universidad Iberoamericana y educadora en sexualidad certificada por el Consejo de Calificación Profesional de Educación Sexual y Sexología, A. C. En 2017 le fue entregado, por la Federación Mexicana de Educación y Sexología, el reconocimiento FEMESS por su trascendente aportación a favor de la Sexología en México, www.talleresdesexualidad.com

16 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page