Construyendo Redes Solidarias Para La Prevención Del Suicidio: Una Acción Social En Lucha Contra El Tabú Del Tema Suicidio
Building solidarity networks for the prevention of suicide. A social action in fight against the tabu of the suicide theme
Construindo redes de solidaridade para a prevencao do suicidio. Uma acao social em luta contra a tabu do suicidio tema
Leonardo Martín Dorony Saturno
Asociación de suicidiología de Latinoamérica y del Caribe. Psicólogos Sin Fronteras Guanajuato.
RESUMEN
El presente trabajo se trata de exponer factores desde donde se puedan generar políticas de acción comunitaria con el propósito de crear procesos que conduzcan a la prevención de comportamientos y conductas suicida. Se comienza haciendo un análisis de las condiciones sociales, así como la falta de articulación de políticas públicas y privadas. Por otra parte se enfatiza el hecho de haberse generado un tabú con respecto a hablar sobre el suicidio, exponiendo variables que identifican esta construcción y por lo tanto, condiciona las políticas preventivas así como la atención de las mismas. Finalizando, se presenta una propuesta desde la cual se puedan desarrollar estrategias que logren establecer espacios de salud como forma de prevención de las conductas de riesgo psicosocial por el cual el tema de los pensamientos, comportamientos y conductas suicidas se expresan y se materializan en el mismo acto del morir. Los aspectos multifactoriales que gestan los comportamientos y las conductas suicidas como parte del proceso del sufrimiento de una persona, hacen a reflexionar sobre los diferentes proyectos y las concepciones que determinan las variables a trabajar a partir de la misma intervención comunitaria ante los procesos de prevención y provención.
Palabras claves: Prevención, redes, provención, comunidad, suicidio
Abstract
The present work is about exposing factors from where community action policies can be generated with the purpose of creating processes that lead to the prevention of suicidal behaviors and behaviors. It begins by making an analysis of social conditions, as well as the lack of articulation of public and private policies. On the other hand, the fact of having generated a taboo with regard to talking about suicide is emphasized, exposing variables that identify this construction and, therefore, conditions the preventive policies as well as their attention. Finally, a proposal is presented from which strategies can be developed to establish health spaces as a way of preventing psychosocial risk behaviors by which the subject of thoughts, behaviors and suicidal behaviors are expressed and materialized in the same act of dying The multifactorial aspects that generate suicidal behaviors and behaviors as part of the process of a person's suffering, make them reflect on the different projects and the conceptions that determine the variables to work from the same community intervention in the prevention and control processes and provention.
Keywords: Prevention: networks, provention, community, suicide
RESUMO
O presente trabalho está expondo sobre os fatores de ação comunitária de que as políticas podem ser gerados com o objetivo de criar processos que levam à prevenção de comportamentos e comportamentos suicidas. Começa por fazer uma análise das condições sociais, assim como a falta de articulação das políticas públicas e privadas. Por outro lado, o fato de ter gerado Taboo No que diz respeito a falar sobre o suicídio é enfatizada, expondo que identificam construção variáveis ESTA e, portanto, as condições, bem como políticas de prevenção a sua atenção. Finalmente, é apresentada uma proposta de estratégias que podem ser desenvolvidas para estabelecer espaços de saúde como forma de comportamentos de risco psicossocial preventivas pelo qual o sujeito de pensamentos, comportamentos e comportamentos suicidas são expressos e materializado no mesmo ato de morrer Os aspectos multifatoriais que geram comportamentos e comportamentos suicidas como parte do processo de sofrimento de uma pessoa, fazê-los refletir sobre os diferentes projetos e as concepções que determinam as variáveis para trabalhar a partir da mesma intervenção comunitária na prevenção e processos de controle, provention
Palavras-chave: Prevenção, redes, provenção, comunidade
Introducción:
Es sabido que el tema del Suicidio es multifactorial. Las controversias sobre si es un tema de salud pública o es un tema social, está en todo debate cuando se intenta generar políticas públicas. Tenemos que tomar en cuenta que el Estado, el Gobierno, además de implementar y coordinar las políticas públicas, puede gestar acciones en coordinación con instancias privadas. Cuando hablamos de lo multifactorial, es hablar sobre las condiciones que generan un cúmulo de eventos, situaciones, variables, que al combinarse desde la complejidad de una realidad, gestan el campo de posibilidades en donde una idea, pensamiento, comportamiento o conducta suicida se materializa. Si a esto le agregamos factores personales, así como los mitos y mandatos constituidos en el seno de la familia, somos testigos de un comportamiento o la instauración de una conducta suicida que puede o no conducir a la muerte a una persona.
Cuando hablamos de lo multifactorial, va más allá de la salud mental, llegando a las condiciones mismas desde donde se manifiesta el sufrimiento humano. Desde estas perspectivas es aseverar que va más allá de atender la salud mental de una persona, ya que tenemos que analizar cuáles son las condiciones que promueven el malestar y sufrimiento humano a tal grado que afecta la salud mental. Las variables que implican los atravesamientos desde lo cultural, género, ideológico, religioso, así como el carácter y la personalidad, así como los procesos psicológicos, condicionan construcciones míticas que promueven o prevalecen ciertos actos como fundantes de muchas situaciones que construyen los comportamientos suicidas. Cuando hablamos de comportamientos, nos referimos a un conjunto de respuestas que se construyen a partir de las formas de la relación con el entorno, interviniendo los procesos psicológicos (memoria, atención, percepción, cognición, emoción). Son formas de proceder de la persona ante su entorno, buscando una funcionalidad que determina el manejo de tensiones por los aspectos ambivalentes que se presenta en cada toma de decisión, constituyendo el mundo subjetivo y la construcción de la realidad para esa persona. En todo acto y pensamiento de una persona está influenciada por los aspectos culturales, normas sociales, creencias, mitos, ideología, espiritualidad y los aspectos biológicos como psicológicos, estableciendo jerarquías en el cómo actuar, donde se establece lo ético y lo moral de acuerdo a su axiología.
La conducta, para diferenciarla de los comportamientos, son un conjunto de respuestas visibles, observables y medibles. Es por esto que no podemos hablar solamente que el Gobierno y las Políticas Públicas son las culpables de que este flagelo vaya en aumento. Los Gobiernos tienen responsabilidad en el tema del suicidio, pero no son los culpables ni los únicos responsables. Responsables en cuanto a la formas y acciones que se pueden establecer en acuerdo a las políticas públicas que se definan para enfrentar dicho flagelo. La instauración de leyes, decretos, instituciones encargadas de su atención, evaluaciones, políticas preventivas, visibilizar la situación a nivel social, determinar presupuestos y establecer metas y objetivos. No es tampoco centrarnos en depositar el tema en la Secretaría de Salud, aunque tienen ciertas posibilidades en incidir sobre el mismo. Aquí el tema del Suicidio y el Tabú que se gesta desde el mismo, es el evitar asumir las responsabilidades que todos, como integrantes de esta sociedad, somos corresponsables de seguir permitiendo que este flagelo se apodere cada vez más de las condiciones de la existencia humana. Son construcciones sociohistóricas y culturales que determinan mitos de acuerdo a la ideología operante, al sistema económico, los valores promovidos y los objetivos y metas en que cada persona debe conquistar. Por lo tanto, son formas filosóficas que determinan las formas de construir y materializar una utopía social. Todos, socialmente hablando, creamos el contexto del páramo afectivo, del abismo relacional y las distancias siderales del contacto humano. Todos creamos las condiciones de la sequía que crea un contexto de condiciones explosivas entre lo que una persona espera y lo que la humanidad necesita. Es la diferencia de tirar un cerillo encendido en un lugar verde y húmedo con otro, en un lugar cuando está seco, provocando un incendio desde lo inmediato y además extendiéndose velozmente (Zicker, 2014).
Estas condiciones ecológicas humanas son co-construidas por todos en esta corresponsabilidad histórica de nuestra existencia. Por decir una variable a identificar entre tantas, es la amoralidad que se va imponiendo en los nuevos parámetros valorales a partir del libre mercado con la globalización. Son los sacrificios ofrecidos sistemáticamente para que este Dios-Mercado no se ofenda y lance otros males a la población, siendo vividos como consecuencia de estas mismas políticas que acecha más contra los que menos oportunidades tienen (Dorony, 2014). Las políticas de la mercantilización de la vida y la salud, priorizando recursos y condiciones para la instalación de empresas y no para la salud de la población, así como la “tecnocratización” de los procesos, que enfatizan en lo administrativo y no en los aspectos de los procesos humanos, que quedan excluidos, robotizando a la persona, enajenándola cada vez más junto con la alienación, promoviendo el sin sentido de la cotidianidad. Condiciones laborales de esclavitud posmoderna, formas productivas y procesos productivos cada vez más alejados a la condición humana del trabajador. Entre muchas situaciones, podemos mencionar la sobre exigencia que condicionan el tiempo de vida de las personas, colocándola en contradicciones constantes como por ejemplo “o trabajas o estás con la familia; atiendes y cuidas a tus hijos o te ven con suerte en las fotografías”. Muchas de estas contradicciones son en las que ponen a la persona en una paradoja constante, hagas lo que hagas está mal. Discursos contradictorios que dependiendo de la situación valoran tanto uno como otro, dejando a la persona insumida en el error eterno, creando una tensión que no se puede desfogar, acumulando estrés, inseguridad, miedo y cansancio generalizado. Formas socioculturales que escinde a las personas, llegando a francos procesos de psicotización, con todo lo que conlleva en las dificultades desde los procesos psicológicos y las conductas que se construyen. .
El poder analizar estas raíces que condicionan la construcción de los caminos hacia la muerte, es creando una mirada problematizadora, que visibilice la complejidad social y lo pensemos multidimensionalmente, nos abre la posibilidad de simbolizar y percibir las formas de construcción de la realidad. Adicciones, alcoholismo; violencia intrafamiliar, social, de género, económica y patrimonial; condiciones laborales, salarios menguados, alienación, educación, falta de asistencia en salud integral, son factores que se establecen desde la violencia estructural (Galtung, 2003). Esta violencia estructural es la que nos incluye a todos y todas, promoviendo además nuestra propia complicidad desde la corresponsabilidad por el intento de subsistir. Sean profesionales, trabajadores, desocupados, empleados públicos, gobiernos, promotores sociales, comunidades en general, entre todos y todas, construimos esta sociedad.
Son algunas de las razones por el que se ha construido el tabú sobre el suicidio, la “papa caliente” que nadie quiere asumir y que de alguna manera nos volvemos cómplices que favorece este mismo flagelo. Miramos al costado, armamos lógicas burocráticas que desalientan los intentos de generar acciones de prevención, imponemos recursos mínimos e inadecuados, cumplimos con la calidad en contraposición de la innovación, llenamos con numeritos pero no atendemos los procesos humanos, centrando las políticas en una mera intervención desde lo temporal que impone la vida política y los intereses partidarios. Imposiciones tecnocráticas que solo valoran los procesos administrativos, negando y despreciando los procesos humanos. Construcción de dispositivos que solo valoran a la persona robot, deshumanizando la producción y la misma vida. Pérdida de sentidos, procesos que no logran simbolización, vivencias sin significados, son las nuevas construcciones que desalientan el vivir, dando luz a lo absurdo y viviendo absurdamente. Tapamos y desviamos las miradas de las condiciones laborales en el mundo privado como también en las condiciones laborales de muchas instituciones públicas. Desalentamos que se exijan condiciones dignas de vida, permitimos que no se paguen horas extras y se impongan horarios deshumanizantes. Se promueve Desarrollo Humano para lograr la falsa creencia que debes sacrificarte por el bien de la empresa, trabajando doce horas sin salario extra. Se promueve el valor de salir tres o cinco horas después de tu hora contratada de salida como un valor moral y de responsabilidad.
Creamos condiciones en donde la atención de la salud es un artículo de lujo y mediacalizamos a la sociedad para que no sienta los síntomas, o los desvíen a través de las diferentes formas de violencia y uso insalubre del tiempo libre. Pero como profesionales de la salud, gobiernos como responsables de las políticas públicas, el mundo empresarial privado, gremios, los mass media y el periodismo entre otros, no gestamos acuerdos ni debates que permitan empezar a ver el cómo empezar a atender las condiciones humanas de existencia para prevenir las conductas suicidas.
Si desde estas vivencias no tomamos el tiempo para reflexionarlas y reflexionar sobre uno mismo, la experiencia no se logra, quedando. solo en una vivencia vaciadora que conduce a la muerte o a convertirte en zombi. Las urgencias de hoy nos alejan de construir un espacio para pensar, logrando que las vivencias no se transformen en experiencias como aprendizajes, condenándonos a la repetición y a la des-historización. La persona sin historia y sin aprendizajes, se transforma en un objeto manipulable, usable. El problema que si despierta, no existe condiciones para sostener lo abrumador de la realidad, cayendo en un proceso de depresión o instalándose otros síntomas que a su vez, lo vuelve disfuncional como persona, aunque a veces muy funcional para el sistema.
El tema tabú sobre el suicidio se expresa desde estas condiciones que provoca tocar intereses soslayados en el poder y la economía, en defender intereses particulares en contra de los intereses comunitarios. Cuando hablamos de los valores, tendríamos que empezar a discutir cuáles prevalece en nuestra sociedad, a cuál se les da más peso ante una situación que las mayorías sufren. En México ha aumentado la pobreza en estos últimos años (CONEVAL, 2014) y sin embargo tenemos a los más ricos del mundo. La OMS (2014) menciona en su informe que el 75% de los casos de suicidio se dan en países en los que el salario de las personas es considerado bajo. Y esto sin contar con las políticas que generan sub registros en los datos sobre el suicidio, así como en muchos lugares ni registro se hacen como poblados fueras de las urbes o entre los indígenas, como también en los casos del suicido infantil en menores de 10 años.
Desarrollo:
Ante estas condiciones que estructuran un hacer, se busca crear otras como forma de generar un intento desde lo social de buscar nuevas formas de existencias, de construir nuevos y distintos lazos sociales que construyan un diferente tejido social con el que contamos actualmente. El construir redes solidarias es una propuesta desde la vida misma, desde donde ya nos negamos a simplemente sobrevivir y buscamos el vivir con mejoras en la calidad de vida. Se trata por comenzar una acción social en lucha primeramente contra el tabú del tema suicidio. Esta lucha, que debe de darse desde los diferentes escenarios de la vida social en la vida cotidiana, tiene como objetivo la inclusión del conjunto de la población. Estas acciones incluyentes, deben enmarcarse desde las diferentes dimensiones del hacer y en los diferentes ámbitos. Es por esto que también las acciones microsociales, siendo éstas, intervenciones concretas en cualquier ámbito con contenido psicoeducativo, reflexivo y hasta de búsqueda de responsabilización y compromiso personal, grupal y/o comunitario. Considerar las acciones sociales en todo ámbitos y dimensiones, como las comunitarias, grupales, familiares, individuales, institucional, educativo y laboral, así como el tomar en cuenta la diversidad de las edades, los géneros y la multiculturalidad.
Es por esto que las acciones microsociales deben estar enmarcadas en y desde la realidad local. Por otra parte, la importancia de compartir y contar con las diferentes experiencias de grupos, asociaciones, profesionales e investigadores que realizan diferentes labores sobre el tema, permite la colectivización de las estas experiencias y fundamentalmente de los imaginarios que se construyen como posibles alternativas. Esto implica acercar a grupos y asociaciones que están trabajando desde la trinchera, de forma voluntaria y espontánea, que no cuentan con los espacios educativos y profesionales para intercambiar información y conocimiento, creando espacios colaborativos y solidarios. Tomar en cuenta las últimas investigaciones, hace también a la inclusión de una perspectiva epigenética (Correa, Filardi da Rocha, 2011) que pudiéramos tomarla como herramienta y dispositivo evaluativo de proyectos en las diferentes intervenciones que se realizan fundamentalmente en los entornos comunitarios. Así de esta forma, vamos complementando lo cuantitativo con lo cualitativo, así como el enfoque biomédico con el sociocultural, haciendo un esquema de intervención e investigación acción participativa para acompañar y evaluar los procesos desde las diferentes perspectivas y de acuerdo a la realidad según los niveles de atención en salud requeridos. Así es cómo la perspectiva sociocultural atiende los aspectos comportamentales y los biomédicos la atención conductual y las situaciones donde se instalan los síntomas disfuncionales y hasta patológicos.
Esta complementariedad, nos permite funcionar integralmente y atender las dimensiones adecuadamente según la realidad de la persona o hasta del grupo y comunidad en la que se interviene. Es necesario definir nuevos indicadores que nos permitan ir evaluando los procesos, así como establecer los tipos de acompañamiento e intervenciones de acuerdo a los desarrollos que se van logrando a medida que se va accionando. Estos indicadores nos permiten los ajustes necesarios para que los desarrollos se favorezcan, creando los dispositivos que logren visibilizar las realidades socioculturales, los imaginarios de los grupos y comunidades, así como los estilos de afrontamiento en y desde la vida cotidiana que son sustentados por lo mítico que cada lugar y grupo social establece. Las dificultades históricas están referenciadas en la centralización del poder a través de la instauración de la globalización, exacerbando las políticas en donde las personas pasaron a servir a la economía. Por estas estrategias, las categorías y parámetros del desarrollo se centran en objetos, donde la valoración de la economía se encuentra priorizado ante la vida. Así es cómo el desarrollo se mide en objetos, cosas y no se toma en cuenta la calidad de vida y el desarrollo de las personas. Se valora lo cuantitativo del crecimiento, no lo cualitativo del desarrollo y las políticas tecnócratas centran los planes de gobierno y proyectos desde estas categorías, imponiendo indicadores que distan mucho de valorar las condiciones de las personas y menos los procesos humanos, no existiendo un indicador del progreso efectivo desde lo cualitativo, centrando todo en lo cuantitativo, en el producto bruto interno, enfatizando sobre las variables macro de la economía del mercado y minimizando o dejando en otros planos no visibles, las necesidades micro de las personas desde su cotidiana existencia. De esta manera, se fueron exiliando de la ciencia los aspectos a considerar sobre los sentimientos, la intuición, la conciencia y la espiritualidad, no dando importancia a la comprensión, cuando también queda hasta excluida, imponiendo un saber que enfatiza y valora el hacer lo más posible, creando toda una filosofía del sacrificio y la recompensa será en un más allá, que nunca llega. Es así que solía crear una nueva religión, con su dogma que imposibilita pensar y ver otras opciones, siendo este Dios Mercado y su santísima trinidad, libre mercado, geopolítica y crecimiento económico, pasando del Vaticano como cede al FMI y su instrumento que promueve y capacita a sus fieles, la OCDE. Una lógica global, viviéndose como algo esquizofrénico, fragmentado con haceres psicopáticos, amoral y perverso.
Es por esto que el pensar en crear otros satisfactores es crear otras categorías e indicadores. (Galtung, 2003) Un satisfactor puede contribuir a la satisfacción de diferentes necesidades y una necesidad puede requerir de diferentes satisfactores para ser cubierta La elección de satisfactores que se eligen para lograr satisfacer una necesidad es lo que define a una determinada cultura. Es a través de la elección de otros satisfactores a los que se priorizan comúnmente por donde se pudiera encontrar la satisfacción a diversas necesidades y generar así otros indicadores del desarrollo.
Desde lo comunitario, es retomar la sabiduría organizativa de cada comunidad, tomando en cuenta sus recursos y su historia, buscando en conjunto con los profesionales, comunidad organizada y promotores en general, un trabajo de reconocimiento que visualice las realidades sociales, de grupos, familiares e individuales, referenciado en los aspectos de la multiculturalidad. Se busca intencionadamente la construcción de espacios que produzcan salud, permitiendo así materializar el encuentro social con perspectivas al desarrollo humano. El retomar los caminos de la solidaridad entre las personas y los grupos, es transitar por el reconocimiento del Otro, construyendo programas de acción que involucren a las políticas públicas y sean propositivas para la acción. Es buscar que la calidad sea prioritaria en el encuentro y no en los procesos administrativos. Buscar en el encuentro es crear colectivos organizados de trabajo que logre la participación con procesos democráticos, logrando aprendizajes de socialización, mediante otras formas de asociarse colaborando y creando espacios significativos por donde se genere debates sobre la vida cotidiana, condiciones de vida y aportes intelectuales y filosóficos. Es trabajar con y desde la incertidumbre, usando las herramientas disponibles para crear acciones innovadoras.
Tenemos que pensar en procesos de desarrollo de las personas, de crecimiento, de etapas y ciclos de vida, buscando prevenir las conductas de riesgo y promoviendo acciones saludables con nuevos aprendizajes, que conduzcan a crear oportunidades de desarrollo en todas las áreas, así como fortalecer lo resiliente. También atender los sistemas productivos y la concepción de lo empresarial, logrando mejorar las condiciones laborales, el salario, el cuidado al trabajador. Cambiar y transformar los procesos que generan alienación y enajenación del trabajador con el objetivo de promover la responsabilidad social y ecológica de la producción y la sustentabilidad. La actividad empresarial debe ser parte e involucrarse en los trabajos de la prevención y la mejora en las condiciones humanas del trabajo. Es trabajar en la construcción de acciones multidimensionales, estructuradas pedagógicamente con perspectiva de género, buscando una sistematización a través de una praxis que articule la realidad social con los recursos y las realidades comunitarias como políticas. Es facilitar los procesos de salud recursivos, acompañando a la población en su desarrollo y creando las oportunidades para conquistar los satisfactores que permitan el logro de la mejora en la calidad de vida personal, familiar, social y comunitaria. La construcción de otras políticas que se orienten hacia la inclusión, desde el cual las diferencias se puedan expresar y crear en conjunto nuevas estéticas desde las realidades diversas interactuantes. El crear nuevos aprendizajes mediante el trabajo cooperativo es gestar la conciencia de la importancia del lugar de lo colectivo. El crear las redes solidarias es partir de los colectivos comunitarios, creando herramientas para enfrentar los retos de la vida cotidiana y promover otra forma de educación social a partir de la interacción de las diferencias creando así la pluralidad.
Hoy la mercantilización de la educación logro expoliar de ésta a los sectores populares y marginales, promoviendo aún más la exclusión social. Ha instalado la disgregación de lo colectivo, imponiendo las acciones individualistas tras las banderas de la competitividad, quitando así la capacidad para avanzar con los otros y quitando el empoderamiento que se logra desde lo colectivo. Por otra parte, la transformación de la práctica educativa establece la prioridad de centrarse en brindar exclusivamente la información y no la creación del conocimiento. La concepción en la formación por competencias abandona la pregunta del para qué, centrándose en el saber hacer, perdiendo así el sentido mismo de los objetivos. La exclusión de la educación deja paso a la instrucción mecánica, tecnocrática de la vida, abriendo la angustia por la aparición de lo absurdo de una existencia sin objetivos teleológicos que aliena a cada persona y la insume en el eterno instante del vacío. Es también las políticas personalistas de las instituciones públicas que en muchos casos duplican los esfuerzos y recursos sin generar la sinergia que permita la multiplicación de las acciones, promoviendo sin embargo el desgaste, la desilusión y la desesperanza por centrar los procesos humanos en tiempos políticos administrativos e imponiendo indicadores que centra la necesidad en el número como evidencia de resultados y no del proceso y adquisición de nuevas habilidades con el objetivo de orientarse hacia la vida.
Uno de los problemas que esto genera, es que la población más necesitada, se ve excluida de contar con las herramientas de la educación, siendo éste un factor que permite disminuir el riesgo suicida. Sólo reciben las migajas de una política educativa que solo se acerca a la comunidad para experimentar con la gente, tomarlos de conejillos de india, al mejor estilo de la novela Un mundo Feliz de Huxley, donde los “civilizados” concurren hasta en excursión, a ver en cómo viven los “primitivos”, fuera del perímetro de la ciudad. Estas “excursiones” académicas van provocando el ocultamiento del saber popular y con este, a la misma población con su realidad, borrando su subjetividad. Estos mismos haceres, promueven la creación de perspectivas etnocéntricas y xenofóbicas. Este borramiento hace que la comunidad no visualice una forma de conquistar su libertad, sino que destruye la capacidad del pensar y del pensarse, negándose así una forma de constituirse en sujeto histórico, excluyéndose mutuamente hasta construir espacios donde se transita como fantasmas, sin percibirse, sin sentirse unos a otros. Esta anulación de su existencia va sembrando también la incapacidad para representarse y por ende, de lograr mecanismos de resistencia, incorporando solo las formas de subsistencia desde la exclusión social y la fantasía que, desde el hiper individualismo, pueda lograr “salvarse” y resolver todos sus problemas e insatisfacciones. Este tipo de acciones promueve seguir sosteniendo los andamiajes que se han construido históricamente para re-victimizar y des-empoderar a las personas como parte estructurante de la violencia estructural. Tenemos que construir dispositivos, con indicadores claros, que permitan visualizar las condicionantes que generan las ideaciones suicidas y que promueven como solución la muerte para evitar el sufrimiento. Ya no hay esperanzas ni ilusiones ante la realidad que impone la frustración y el descreimiento de los diferentes discursos falaces. Lo único creíble se instala desde la constatación que el sufrimiento se termina con la muerte. Muchas de las instituciones que suelen encargarse del bienestar social, se centran en actividades y políticas que permiten sostener la miseria y crear un sentido de “ganado de engorde” en la población. Hoy se ven las comunidades como un zoológico humano donde se les tira comida a distancia para que no se quejen tanto ni hagan escándalo. Hoy más que en otros tiempos pasamos de ser personas, a la categoría de seres domesticados, bien entrenados para denunciar al compañero y comerle su comida, manteniendo así el estatus quo del nuevo proceso histórico de esclavitud aceptada y promovida transgeneracionalmente.
La tarea es encontrar otras pedagogías y dinámicas, que trascienda los límites institucionales, que promuevan transformaciones en lo institucional, a través de insertarse desde y en lo comunitario. Buscar la articulación de lo social con la creación artística y cultural como forma de expresión y acción que materialice la conciencia libertaria, logrando que lo diferente no se transforme en otra desigualdad. Los espacios de expresión, como práctica democrática en y de las comunidades, no tienen que depender de los espacios que permite el poder verticalista para la participación, sino de las prácticas horizontales que se construyen mediante las acciones colectivas de la participación y toma de decisiones autogestivas en una praxis ética, (Revellato, 1989). El lograr que se concreticen estas prácticas, dependerán en tomar en cuenta los procesos históricos de la comunidad y el rescate de sus recursos como ser los procesos de participación, construyéndose desde lo cotidiano.
Como profesionales, promotores, trabajadores de la salud y de la educación, tenemos que levantar las banderas por la instauración de modelos educativos que brinden espacios a la expresión popular con políticas incluyentes y con perspectiva de género. Si pretendemos trabajar desde la prevención para evitar los suicidios, tenemos que pensar en la raíz de las condiciones que producen las conductas de riesgo negativo. Visualizar los catalizadores que aceleran los procesos personales y colectivos de la desesperanza y la desilusión, de la soledad y la desesperación. Es pensar y reflexionar sobre la acción multicultural, en donde la organización social se inserte en la institución educativa a través de su participación directa, trascendiendo los muros y crear una amalgama comunidad-educación. Es darle voz a la desigualdad social para formar sujetos políticos, conscientes de su existencia humana junto con otros, permitiendo debatir sobre las condiciones humanas de existencia y generar procesos de tomas de decisiones que promuevan caminos de transformación social (Freire, 1984; 1996; Martín-Baró, 1993). Es crear formas organizativas que permitan construir nuevas formas de participación y acción que lleguen a conquistar los satisfactores sociales. Es la construcción de un espacio con legitimación del derecho social que lo mercantilista expolió imponiendo sus leyes y enajenando las identidades sociales, grupales y personales. Es necesario promover la generación de otros conceptos que permitan identificar las realidades que produjo los mecanismos de opresión y construir nuevas estructuras teóricas desde la cosmovisión comunitaria-educativa-científica. Promover lo dialógico entre lo regional y lo latinoamericano, como forma de romper con el etnocentrismo axiológico y científico, reflexionando sobre la ciencia aplicada y los intereses que desde éstas se persigue, promoviendo proyectos locales desde una perspectiva que enfatice lo humano concreto del bienestar y la salud social.
El crear otras estructuras conceptuales es lograr ver aquello que no se mira, que no se toma en cuenta, como lo puede ser el proceso en el encuentro, así como ver a un Otro, además del sí mismo. Poder visibilizar otras realidades que suelen permanecer ocultas por los dispositivos creados desde una visión etnocéntrica, unidimensional. Es una forma de reconocer la existencia de la Otredad como forma de tomar consciencia del entorno, surgiendo así la alteridad (Levinas, 1993). Los procesos de análisis tienen que soslayar los mecanismos que producen la violencia cultural y la imposición de los valores éticos y estéticos como son los constructos xenofóbicos. Es abrir espacios de reflexión y debates por donde se construyan condiciones sociales que se apropien del saber académico-popular a partir de las realidades multiculturales, con un accionar transdisciplinar. No se trata de dar la oportunidad sino de posicionarse en luchar por conquistar un espacio donde se expresen los diferentes colectivos, donde se valore la interacción de las diferentes subjetividades, de acuerdo a la realidad de cada lugar, con acciones concretas y locales y no desde la concesión limosnera desde un poder centralista y excluyente. Se trata de construir concepciones y análisis con procesos de teorización sustentados en un marco filosófico que permita comprender la alteridad y por ende, la inclusión de la multiculturalidad. La alteridad es la base fundamental que fomenta lo dialógico, los posibles acuerdos y la mediación, mediante la resolución no violenta de conflictos como parte de la educación para la paz. Está representada por la voluntad de entendimiento desde las diversidades existentes que son cobijadas por la toma de consciencia de la representación que hacemos del otro y del sí mismo.
El transitar por estas alternativas es pensarnos en colaborar para construir colectivos comunitarios, formando brigadas de acción que permita a través del arte y la cultura, crear espacios de expresión y acción comunitaria en solidaridad. Es facilitar los procesos por el cual se pueda percibir otro mundo, otra vida, desde las vivencias prácticas a partir de las acciones cotidianas y la implementación de los talleres con sentido. Trabajar desde las perspectivas de la multiculturidad y la construcción de género, tomando en cuenta la epigenética, son vías alternativas que nos permitirían crear dispositivos e indicadores que visibilicen los desarrollos a partir de la proximidad con el otro y los otros. Sólo desde esta proximidad es que se materializa la solidaridad en y desde la acción, como vía hacia la humanización.
La propuesta es ser partícipes de la construcción de una diferente vida cotidiana por donde se tejan nuevos lazos sociales desde otras estructuras que armarán aquellos que participen y se involucren en cada actividad. Es desarrollar una pedagogía comunitaria que se articule con la realidad social, regional y local y promueva los aspectos de la vida en salud, en desarrollo y en construcción. Promover el compartir, el colectivizar ideas, promoviendo el placer de sentirse y del disfrutar de cada momento. Promover la crítica de la vida cotidiana (Pichon-Rivière y Pampliega,1985) como estrategia de reflexión, realizando grupos de encuentro, de reflexión y grupos temáticos. Involucrando la expresión artística y cultural como medios para la expresión, la comunicación y la promoción, incluyendo a todas las edades, que interactúen desde su condición histórica, compartiendo sus saberes, experiencias y nuevos aprendizajes.
Conclusión:
El trabajar por la prevención de las conductas suicidas es trabajar promocionando la creación y construcción de otra vida, de otras formas de existencia. La promoción de nuevos imaginarios sociales por donde se visualice que otro mundo es posible, es el preámbulo para concretar nuevas utopías en la cual tenga cabida la existencia de todos y todas. Es desaprender de la utopía actual, unidimensional, de producción mercantilista, para incorporar otros y nuevos caminos que construyan otras estructuras utópicas, desde el cual se expresen nuevas estéticas de la vida cotidiana como sostén de un diferente campo axiológico. Es accionar con y desde una ética por donde el otro también existe, así como el incluir las diferencias para que interactúen los imaginarios. Es afirmar la trascendencia de mi presencia y la del Otro que construye desde lo dialógico el Nosotros. Son procesos de intervención y acción intensionadamente desidelogizantes de las actuales estructuras y buscar las nuevas prácticas horizontales del compartir colectivo. A partir de la sistematización de crear espacios de expresión y talleres con sentido, se van creando los procesos psicosociales de la familiarización hasta lograr la instauración de la naturalización como forma de crear otra sociedad, otros mitos, como forma de volver a ideologizar desde otra construcción social. (Montero, 2003; 2004)
Esta perspectiva de trabajo es pensando las prácticas preventivas de las conductas de riesgo psicosocial. Pensando en lo multifactorial y multidimensional de la producción de la conducta suicida, la alternativa de pensar otro sistema social, es crear la oportunidad de valorar la producción comunitaria que conduzca hacia la salud. Por esto, el crear espacios de salud pasa también por la construcción de colectivos comunitarios y redes solidarias en las comunidades. Es lograr procesos que se basen en una nueva significación de las diversas necesidades. Es crear espacios de expresión colectivas por donde se genere una escucha activa, comprometida y corresponsable de las construcciones comunitarias y sociales. Estas tienen que ser acompañadas y reflexionadas con el propósito de responsabilizarse desde su propia vida cotidiana, de las acciones que se entiendan que se deben desarrollar. Desde aquí es por donde podemos pensar el rol del profesional, del promotor, el activista.
En un inicio, es importante romper las proyecciones que aparecen desde el lugar de la queja y juntos, dimensionar la situación que se presenta como problemática colectiva. Buscar y rescatar recursos personales, de grupos y comunitarios, con la perspectiva que no existe una solución individual y que sólo el desarrollo de la comunidad y su compromiso en lo social, es lo que puede construir estructuras por donde se desarrollen actividades con perspectivas de solución y el logro de materializar los satisfactores que localmente la comunidad entienda. El reflexionar desde lo histórico con este presente y dilucidar lo diferente para ser apropiado y crear una nueva subjetividad, mediante el acto de subjetivizar la acción.
Estos procesos buscan el intercambio subjetivo para crear nuevos imaginarios sociales, siendo otras representaciones y significados (Castoriadis, 2007) que transiten en otros caminos para revertir la situación de dominación, exclusión y desigualdad estructuralmente presente, construyéndose fundamentalmente mediante la intervención sobre los problemas y necesidades colectivas. Son formas que permiten el trabajo para visualizar la violencia simbólica y la represión que son ejercidas para provocar estados de vulnerabilidad, de impotencia, fragmentación del sentido común y falta de credibilidad. Se presentan como evidencia diferenciándose desde las historias frustradas de la comunidad, tomando nuevas experiencias por la cual son posibles compartir, creándose con los recursos propios y desde el empoderamiento de la comunidad. Es articular desde la ciencia aplicada y teórica una perspectiva histórico-social y filosófica, dirigida siempre al desafío de crear un pensamiento complejo que sea capaz de dar cuenta, de hacer pensar, la dimensión de autogeneración, de creación, de ruptura y surgimiento de lo nuevo. Es dar un lugar de existencia a lo rizomático (Deleuze, 2002), permitiendo que emerja lo que cada colectivo construya y generando las herramientas metodológicas, conceptuales y filosóficas que permitan construir otras formas de ciencia aplicada, aprovechando los avances tecnológicos y poniéndolos al servicio de los pueblos. Es asumir que cada subjetividad integra todo un saber, sustentada desde la concepción en que cada persona se articula con lo social, así como lo social es un marco legitimador y estructurante de cada persona. Por estas concepciones es importante crear nuevas significaciones, identificaciones y representaciones para permitir que las subjetividades se vayan creando para darle otro sentido y éste, promueva los cambios en el imaginario social ante la reflexión de la alienación en que se ha construido la existencia.
Hay que tener presente que los elementos básicos que permiten el funcionamiento del poder son la violencia, el discurso del orden y el imaginario social instituido. Este universo de significaciones, siendo el imaginario social instituido, hace que el poder funcione haciendo que los miembros de una sociedad enlacen y adecúen sus deseos al poder, de acuerdo a lo que se dicta desde éste y su forma de funcionar (Castoriadis, 2007). Este imaginario social interpela a las emociones, voluntades, sentimientos y rituales que promueven las formas que adquieren los comportamientos de agresión, de temor, de amor, de seducción que son las formas en que el deseo se anuda al poder. El cuestionar mediante la reflexión y la actividad práctica colectiva es una forma de develar estas conexiones que hace a la repetición histórica, frustrando todo intento de cambio y desilusionándose ante los procesos truncos de transformación. Por esto, el poner en duda estos imaginarios ya instituidos por la sociedad, hacen a cuestionar los significados y por lo tanto las estructuras de las formas de uso del poder, logrando así la alternativa de los procesos de empoderamiento personal y comunitario. El colectivizar desde la multiculturalidad otras realidades sociales, otros mitos así como otras geografías imaginarias que crean una cartografía conceptual novedosa, crean algo que aspira a ser, crean en definitiva otras utopías. El promover expresar y alcanzar su autonomía desde las prácticas subjetivantes, desalienantes, van construyendo otras relaciones sociales con la comunidad, con la naturaleza, entre los géneros, impactando profundamente a las formas de comportamiento, a las prácticas sociales y a los sentidos instituidos de toda la vida social.
Plantear vías de acción y comunicación, crea otros lenguajes con organizadores de nuevos sentidos. El desarrollar nuevas prácticas sociales que lo viabilicen, dan las oportunidades de transformar la realidad, transformando los significados. La creación imaginaria e instituyente de nuevos sentidos, dan cuenta de la existencia de deseos que no se anudan al poder instituido. Se constituyen otras formas de uso del poder que permitan estructurar nuevas relaciones y por lo tanto, formas novedosas de tejido social que permite multiplicar los nuevos sentidos, creando nuevas formas de relación de poder. Promover otras utopías a partir de visibilizar otra estética que desordenen la estructura actual del poder, así como las formas de pensar las prácticas, son otras formas que vehiculice la transformación de las instituciones, transformándose así la misma sociedad. Buscar des-disciplinar los cuerpos, deslegitimando sus instituciones, instituyendo nuevas realidades para construir una nueva sociedad con otros horizontes éticos y prácticas productoras de empoderamientos.
Estas otras prácticas se pueden pensar a partir de la creación de los colectivos comunitarios y las redes solidarias. Estos colectivos tienen que tener un carácter plural donde se puedan expresar la diversidad de sus integrantes. Diversidad en subjetividades, así como en recursos personales e intereses, pero con un objetivo consensuado. A partir de generar acciones multidimensionales en la intervención, se gesta la posibilidad de interrelacionar los recursos así como las subjetividades de cada uno de los participantes. El pensar las dinámicas de las relaciones que se establecen en lo cotidiano es por donde surge el discernir los diferentes roles que van interactuando con un complemento desde el hacer, conformando equipos de trabajo por donde se asuman las tareas a llevar a cabo. Los aspectos de ir ampliando la red van produciendo dificultades en la retroalimentación, comunicación y sistematización de las acciones, así como del acompañamiento del desarrollo de las personas en el proceso, por lo cual se deben estructurar responsables móviles, dinámicos, evitando los enquistamientos burocráticos y tecnocráticos, así como el desgaste en el actuar. De esta manera es posible realizar una construcción colectiva con la interacción entre las redes que van generando movilidades autogestivas. El definir las formas participativas así como el compromiso es a partir de una dialéctica personal – grupal dentro de lo temporal de la acción concreta. Así la diversidad y las particularidades promueven divergencias y convergencias que visibilizan los nudos a constituirse en cada red solidaria, aprendiendo a pensar y pensarse desde los puntos de tensión y negociación para la toma de decisiones en construcción de las nuevas realidades. Por esto el favorecer el intercambio de experiencias y generar prácticas co-gestivas intensionadas hacia el cumplimiento de objetivos que se van desarrollando, permite democratizar los conocimientos compartiendo los lugares del poder mediante el empoderamiento personal y comunitario desde un actuar horizontal. Desde estos aspectos es por donde la afectividad, así como las formas de filiación produce actos solidarios y nuevas subjetividades con bases axiológicas distintas al inicio de la intervención.
Las redes solidarias para la prevención del suicidio, es constitutiva de la creación de acciones que promuevan gestar espacios de salud y la producción subjetiva de cada uno en y desde lo colectivo. Como profesionales y promotores de la salud, es definirse en un posicionamiento filosófico y científico que estructura un campo axiológico dentro del actuar ético en nuestra vida cotidiana. El seguir promocionando eventos y acciones sobre el tema del suicidio, es promover políticas que rompan el cerco instalado por el tabú instituido. Aprovechando fechas significativas locales, así como efemérides, son forma de anexar la participación con los objetivos que busca la prevención del suicidio. Así también la creación de espacios que involucren a grupos de edades o intergeneracional, sostenido desde la creación artística y colectivización como forma de ir instaurando factores culturales que apuntalen los desarrollos que se vayan generando. Por otra parte, la integración de la comunidad, representantes de grupos, asociaciones, empresarios y gobiernos, pueden generar una mesa que articulen las iniciativas y se ofrezcan los apoyos necesarios para materializar las acciones propuestas. Esta mesa inter social con el objetivo de la prevención del suicidio, puede colectivizar las diferentes acciones como forma de compartir las experiencias desarrolladas. También se podría crear un mapa de acciones y conformar una cartografía que permita establecer con claridad las necesidades y desarrollos de cada lugar. Esta cartografía también se expresaría los indicadores creados a partir de los diferentes dispositivos que desarrollen las acciones en sistemas evaluativos continuos, con la integración de los mismos actores a quien se dirige la intervención, promoviendo la investigación acción participativa como uno de los métodos a promover. Esto permite dar los seguimientos a los diferentes proyectos e ir acomodando la acción de acuerdo al desarrollo particular del lugar o la zona en acción.
Busquemos colectivizar juntos los Latinoamericanos, los diferentes avances que se han logrado, promocionemos investigaciones en conjunto, así como eventos que gesten los escenarios por donde se incluyan todas las asociaciones y colectivos que luchan contra este flagelo del suicidio. La práctica y la investigación con concepciones psicosociales, inclusivos de la diversidad, multiculturales, multidimensional, impulsará desde la transdisciplinariedad, la posibilidad de ir construyendo las políticas adecuadas para cada región y zona de Latinoamérica para lograr la prevención del suicidio. La implementación de construir las Redes Intersociales son otros caminos, que incluyen los diferentes intereses y miradas, siendo la intensión en conjunto de construir un objetivo, la prevención del suicidio. ¡Por esto, la prevención es tarea y responsabilidad de todos!
“Sumando voluntades, restaremos muertes”
BIBLIOGRAFIA
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Envío a dictamen: 13/11/2018
Aceptación: 7/12/ 2018
Leonardo Martín Dorony Saturno
Doctorado en psicoterapia, psicoterapeuta, individual, pareja familia y grupos, especializado en la atención de conductas y comportamiento suicida, adicciones y violencia social, intrafamiliar y de género. Docente universitario a nivel de maestrías y doctorados en psicología y educación, investigador. Especialista en psicología de la emergencia e intervención en crisis, psicología comunitaria y social, así como grupos e instituciones, posgrado en terapia familiar, desarrollo humano y psicoanálisis vincular y de grupos. Formador de docentes y tutores, asesor de protocolos y proyectos educativos en desarrollo social, académicos, y de prevención en instituciones educativas, promotor de redes comunitarias para la prevención del suicidio, asesor de Políticas públicas en prevención y promoción de la salud así como gestión de riesgos psicosociales y seguridad ciudadana, tallerista y conferencista. Secretario general de ASULAC asociación de suicidiología de latinoamérica y el caribe, fundador de GAHPED grupo de ayuda humanitaria en psicología de la emergencia en desastres, representante de Guanajuato de PSF, integrante de RIEG red internacional en estudios de género, de GAEG grupo autogestivo de estudio de grupos, miembro fundador de FIdeOE Federación iberoamericana de orientadores educativos, publicaciones varias y supervisor clínico.
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